El caso del Los Lirios en el año 2015 es un ejemplo claro de la falta de planificación y de profesionalidad de La Consejería de Educación de La Rioja, pero solo es un caso más, otros barrios lo han sufrido durante años (por ejemplo El Cubo) y si todo sigue igual otros lo seguirán sufriendo.
El barrio de Los Lirios está situado en el este de Logroño, separado de la ciudad por la circunvalación, dispone de un parcela para uso dotacional de más de 13.000 m2, que tanto los gobiernos locales, como los autonómicos han usado varias veces durante años para prometer colegio público y centro de salud, pero actualmente parcela sigue vacía.
El barrio tiene construidas el 90% de las viviendas planificadas y la población censada es de más de 2100 personas y además aún tiene mucha capacidad de crecer ya que tiene el 23 % de las viviendas desocupadas. La gran mayoría de su población son familias jóvenes como reconoce el ayuntamiento.
Mientras los gobernantes se ocupaban de otras cosas, nadie planificó ni monitorizó la situación que se iba a dar en el barrio, y la población infantil como es natural, ha ido creciendo progresivamente, pasando de 20 niños de 3 años que había que escolarizar en un colegio en el año 2012, a 30 en el 2013, y a 50 alumnos que han presentado solicitudes estos dos años pasados 2014 y 2015. Para el año 2016 se espera superar esta última cifra. (Las cifras no son exactas pero la realidad no varía 2 o 3 alumnos arriba o abajo)
En Los Lirios no hay colegio, y las familias tienen que salir del barrio para escolarizar a sus hijos con los problemas de penosos accesos todavía no resueltos. Unos optan por los centros públicos, otros por los concertados, aunque como se reconoce desde la Administración, en los últimos años las familias se decantan por la escuela pública (en Los Lirios en 2015 no llega al 20% el número de alumnos que apostó por la formación en centros concertados). Pero ese no es el verdadero debate, si hubiese en el barrio un centro educativo el 90% de la población acudiría a él en primera opción. Los centros escolares en un barrio periférico, son elementos esenciales, no sólo para la formación y el desarrollo personal de los niños (que es la clave), sino también en la vertebración de la vida diaria, de la cohesión social y de la relación de la población que los habita
Pero no solo es que no se haya construido un colegio en el barrio, es que tampoco la Administración se ha encargado de asignar a los vecinos un centro de referencia, un centro lo más cercano posible al que acudir. No, la respuesta siempre ha sido que sobran plazas por otros centros y que las busquemos. Y así, de esta manera nos encontramos a día de hoy con 50 niños dispersados entre más de 10 centros educativos (entre públicos y concertados) de todo Logroño. Las familias soportan unos gastos derivados de la mala gestión del Gobierno de La Rioja al que le sobran plazas donde no hay población y le faltan donde existe demanda.
El centro que históricamente han preferido los padres es el CEIP Obispo Blanco Nájera, pero el Consejo Escolar de dicho centro decidió a principios de año que no quería otorgar punto extra por ninguna causa, dejando así la libertad a cualquier familia de la zona única de Logroño, Lardero y Villamediana de Iregua de acudir al centro en igualdad de opciones, pero claro a la vez, dejaba sin centro prioritario a sus vecinos de Los Lirios. La mayoría de los centros de Logroño “protegen” a sus vecinos más próximos otorgando punto extra para que maximizar que nadie del área de influencia se quede fuera, el único centro que podía dar ese “servicio” al barrio consideró que no era su función. A La Consejería, por supuesto no se le esperaba, ¿por qué intervenir si se puede no hacer nada?
El director del centro explicaba en un reportaje de TV Rioja como este año habían tenido que llamar a gente que se quedaba fuera, para que retirara la solicitud que había echado en el centro y se la llevara a otro en el que si tendría posibilidades de entrar.
Una vez más, gracias a la labor del director, pero también a la actitud de los padres que por miedo a no poder elegir otro centro y por desconocimiento, la situación le ponía en bandeja a la Administración el presumir de cifras y decir la ya conocida cifra de más del 95% entran en su 1º opción, negando así una realidad que se les revela cada año y que, con evidente dejación de funciones, no tratan de solucionar.
En concreto para el CEIP Obispo Blanco Nájera, en el procedimiento ordinario de escolarización sólo se registraron 53 solicitudes para escolarizar alumnos del segundo ciclo de educación infantil y 3 se quedaron sin plaza oficialmente, pero hubo muchas más familias (entre 15 y 20) que o bien la retiraron o bien no la presentaron por miedo a quedarse fuera. En el proceso extraordinario de escolarización fueron 5 las peticiones que recibió La Consejería para ese centro, no atendiendo a ninguna y siendo para este procedimiento el centro de toda La Rioja que más gente dejó sin su opción deseada.
¿Y que decían desde la Consejería de Educación cuando los vecinos se empezaron quejar? Al principio, palabras como “esas son las normas para todo el mundo”, “no hay ningún tipo de discriminación” y “todo marcha con normalidad”. Pero los vecinos afectados siguieron reclamando, formaron la Asamblea Abierta de Los Lirios y hasta encontraron cierto apoyo del Partido Popular de Logroño diciendo que se había cometido una injusticia con ellos y que había que resarcirla construyendo un nuevo colegio, pero desde la Consejería, y aunque no les quedó otra opción que dar la razón en sendos recursos de alzada interpuestos por dos vecinos, solo han quedado palabras vacías y algún “estudiaremos el caso para el año que viene”.
¿Esto es lo que se espera de los que nos gobiernan? Es evidente que no.
La Asamblea Abierta de Los Lirios pretende con este documento abrir un debate en el que toda la sociedad civil, con prioridad de toda la administración educativa, sindicatos y FAPA, pueda opinar y participar en la resolución de un problema que la Consejería de Educación ha sido incapaz de resolver sola, por acción o por omisión, tanto da.
No queremos que ninguna familia más sufra casos de discriminación tan evidentes como los sufridos por nuestros vecinos. Invitamos al Gobierno de La Rioja a establecer un diálogo con los ciudadanos que permita la igualdad dotacional y de oportunidades de todos los riojanos.
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