Pero, ¿a qué es debido esto? ¿Cómo puede ser que a los que pagamos entre todos y que supuestamente trabajan para nosotros, sean incapaces de escuchar, de atender, de planificar y así intentar mejorar el sistema? ¿Cómo se ha ido degradando o acomodando el sistema y no da respuesta a las necesidades reales de la población?
Según se puede leer en las leyes educativas, lo más valorado a la hora de admitir alumno debe ser la proximidad del centro al domicilio familiar (por delante de esto solo está la presencia de hermanos en el centro), así que en todas las normativas autonómicas, también en la de la Comunidad Autónoma de La Rioja, siempre se reparten el máximo de puntos en función de unas zonas de influencia (que marca la situación geográfica del centro).
Pero claro, si tú vas reduciendo las zonas y lo dejas en una zona única, resulta que la proximidad del centro deja de existir de manera efectiva, interpretando la ley de educación vigente de una manera discutible y desde luego generando situaciones de difícil explicación. En Logroño, antes del año 2000 existían 9 zonas de escolarización, en 2001/2002 se pasó a tener 4 zonas, mas tarde para el 2004/2005 ya solo quedaban 2 y se dejó para el 2012/2013 el último paso, 1 sola zona única para todo Logroño, Lardero y Villamediana de Iregua.
La situación es la siguiente: como hay zona única, los puntos por estar cerca de un colegio son los mismos para todos y la manera que tiene el sistema de discriminar y elegir entre unos y otros se reduce en la mayoría de los casos (si no se tienen en cuenta hermanos, familias numerosas y rentas bajas), al punto que la normativa llama “Otras circunstancias relevantes apreciadas justificadamente por el órgano competente del centro”, es decir el punto que reparten los centros según su propio criterio.
Básicamente, para la mayoría de los casos, “la Consejería se lava las manos” y los centros eligen la admisión. No se les pone apenas condicionantes. Que quieren poner punto, bien, que no también. Ni siquiera la propia Consejería te informa acerca de ese punto, se limitan a decir “pregunta en el centro”. Da igual a quién o a quiénes afecte ese punto arbitrario, si se beneficia a unas personas o se perjudica a otras.
En Logroño, se dan situaciones como:
- Hay familias en Logroño que tienen un punto extra hasta en 4 o 5 centros diferentes (proximidad de su casa, del trabajo, ex alumno, niño en guardería…) y familias que no tienen punto en ningún centro de toda la ciudad. ¿Totalmente equitativo no?
- Los centros que eligen las calles de proximidad según su conveniencia y en lugar de hacer un zona equilibrada con colegio en el centro de ella, eligen la población que más le interesa, aunque se desplacen varios cientos de metros al Sur y muy pocos al Norte.
- También hay centros que reparten su punto si el padre es profesor, todo un alarde de corporativismo. ¿Y qué pasa con las demás profesiones? ¿Son menos dignas? ¿Tienen menos derecho a la conciliación?
¿Y la Administración educativa? ¿Dice algo al respecto? A ella le dan igual los ciudadanos, triste realidad, ya sabemos, todos los años presume del elevado porcentaje en 1ª opción y ningunea a las familias disgustadas y no conformes, ya se les pasará.
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